Los pueblos de la Alpujarra, con sus casas encaladas de blanco, se derraman por las laderas entre el verde de los bosques.
Aislado y de difícil acceso durante siglos, este escarpado territorio se ha mantenido casi virgen, como si se hubiese detenido el tiempo.
De paisaje abrupto y colorido, su orografía esta surcada de barrancos, desfiladeros y valles, donde descansan, y a veces escalan, los pueblos de esta comarca.
Habitada por fenicios y romanos, fueron los ocho siglos de dominación árabe los que le dieron su arquitectura escalonada, su sistema de regadíos, su gastronomía y hasta su nombre.
Es un lugar ideal para el que busca paz y descanso, pero también para el amante del turismo activo ya que aquí se pueden practicar numerosas actividades como: el senderismo, el cicloturismo, la escalada, las rutas a caballo, etc.
No se podría entender la Alpujarra sin su relación con Sierra Nevada, donde se encuentran las cumbres más altas de la Península Ibérica: Mulhacén (3.482 m) y Veleta (3.394 m).
Fue declarada Reserva de la Biosfera por la UNESCO en 1986, por la enorme riqueza y diversidad de su flora y fauna, y en 1999 Parque Nacional, convirtiéndose en el más extenso de la red de parques nacionales de España.
La belleza de estos pueblos es sólo uno de sus muchos atractivos. Destacamos los siguientes pueblos:
- Lanjarón, ciudad balneario famosa por la longevidad y buena salud de sus habitantes, es la puerta a las maravillas alpujarreñas.
- Trevélez, el municipio más alto de Europa, es conocido sobre todo por sus exquisitos jamones.
- Otro de los principales destinos turísticos es el barranco de Poqueira, donde se encuentran los pueblos de Pampaneira, Bubión y Capileira.
Fuente: http://www.alpujarraturistica.com/turismo/
Fuente 2: http://www.elviajerofisgon.com/magazine/10-pueblos-en-alpujarra-que-nos-tienen-enamorados/
Fotografía: https://www.nevasport.com/fotos/111211/419510.jpg
